Creyendo como creemos que la vida es un todo interconectado y que existe una armonía ineludible entre los medios y los fines, y convencidos por la probada eficacia de la lucha no violenta por una causa justa, nosotros prometemos lo siguiente:

Mientras estemos comprometidos en acciones asociadas con nuestro movimiento, nos abstendremos de usar la violencia con lo que escribimos, decimos, y en la medida de lo posible, incluso con el pensamiento.

Vamos a ser conscientes de que nuestros rivales son los sistemas y no las personas. Y de que nuestra meta es convencer, siempre que nos sea posible, en vez de coaccionar. Por lo tanto, no nos permitiremos usar un lenguaje abusivo o gestos amenazantes hacia nadie.

No nos limitaremos a separar lo que consideremos injusto, sin al mismo tiempo, ofrecer una alternativa positiva.

Cuando tengamos éxito, no presumiremos de nuestra “victoria”, ni añadiremos un tema nuevo a la lucha.

Para mantener nuestra propia dignidad y control, no aportaremos, o en la medida de lo posible, permitiremos que otros aporten intoxicantes a una acción.

Asumiremos la responsabilidad de controlar a los que podrían tratar de desviarse del carácter no violento de nuestra acción, sin recurrir a sus propias tácticas.

Como preparación para una lucha a largo plazo en este espíritu, nos prepararemos aprendiendo todo lo que podamos acerca de la historia, la teoría y la promesa futura de la no violencia.

Al mismo tiempo, minimizaremos nuestra exposición a los medios de comunicación comerciales, con su mensaje deshumanizante de violencia y de consumismo.